Residentes del barrio oriente de la capital regional pidieron a la municipalidad adoptar medidas frente a la congestión vehicular que ocasiona establecimiento educacional.
Ubicado en el corazón de la Villa Lomas de Santa Maria, el Colegio Talca genera algo más que oportunidades educativas en el sector. Desde su fundación en 2015, en la esquina de 13 Norte con 22 ½ Oriente, el establecimiento constituye una pesadilla vial para el área.
“La gente que viene al colegio no respeta el límite de velocidad ni a los residentes del pasaje, sobre todo si viene atrasada”, denunció Cristián Muñoz, quien vive en una de las vías que conducen al establecimiento.
“Nosotros no tenemos vereda, así que salimos directamente a la calle y por eso han ocurrido algunos incidentes, como atropellos de mascotas. Como no tenemos la seguridad de poder salir mientras pasan los vehículos, yo al menos me encierro con mis hijas en la casa por ese lapso, si bien también debemos cumplir horarios en nuestros colegios”, agregó el vecino, quien instaló lomos de toro de su propio bolsillo y envió una carta de queja a la dirección del centro educacional.
“Estamos organizando nuevas acciones de mitigación”, fue la respuesta de la rectora del establecimiento, Eugenia Torres, a la misiva.
“Al colegio se puede llegar solo a través de dos vías y los vecinos tienen una solución para aliviar el problema, que implica cambiar el sentido de una de las calles, como ya expusieron ante la municipalidad, pero no obtuvieron respuesta”, manifestó la concejala Elia Piedras, tras un recorrido por la villa.
“Aquí el problema sin embargo parece ser mayor -precisó-, porque el mismo dueño del establecimiento es también propietario de terrenos aledaños que acumulan desperdicios, que en contextos de sequía y calor, pueden causar un incendio. Creo necesario contactar a este empresario para exponer que su indiferencia constituye en el fondo un abuso y ocasiona desorden urbano”.
Habitantes del sector emplazaron asimismo al municipio a hacerse cargo de una plaza que se encuentra en absoluto abandono, abriendo un foco de delincuencia.